Tu ausencia se hace presencia viva en las noches donde escucho mi propia voz atosigando el alma con promesas ensangrentadas.
En ti y sin ti, se esconde las respuestas detrás de tu silencio, y te presentas como un inocente pecado, humillándote con tu mirada ausente… Y enmudece mi alma cuando espero agonizante la respuesta en tu contemplación.
Toda Piedad o Ninguna…
Como el Dios que resucito al tercer día te presentas sin llamar, me importunas a plena luz del día, sin consentimiento te anclas y desprendes tu amor contra el espacio, contra el tiempo. Egocéntrica carcajadas de triunfo enuncias cuando pisoteas el espíritu cargado de difuntos recuerdos.
Música para dos…
El cielo esta llorando su melancolía amarrada en un suspiro de apego. No lo niegues, se que sufres, padeces y vuelves a sufrir horriblemente. Y tú lo sabes, lo sabes a tal punto que lo ignoras, lo soportas y odias la suerte que te obligo a nacer con este amor que duele.
Cabizbajo se te ve desde lejos, infeliz y callante ahogas tu alma escupiendo sangre a escondidas para que nadie sepa que sobrellevas esta pena en tu corazón convaleciente.
Amor, si un día decides buscarme hazlo a media noche con la silueta de tu sombra y con tus rencores sepultados donde nadie los oiga.
Vane
May/2006