Sunday, February 26, 2006


Encontré la puerta abierta…

La luz de la candela acabándose en una montaña de espelma. Y pensé… nuestra maldad había condenado. Divague, me estremecí, quise llorar, pero las lagrimas no salían.
Aquel momento se hacia eterno.
Salio entonces caminando el alma, desnuda, a tientas, con alas cortadas. Como si hubiese estado muerta por una larga jornada y se atrevió a escupirme sin vergüenza, sin darme la cara. La noche azul conmueve asta el alma mas atolondrada.

Que claro que se define las sombras de las estrellas en tu ventana.

El silencio también aprecio, con ojos borrachos, labios carcomidos, risa perversa y belleza vehemente.

Me equivoque, creí que la tierra podía tocar el cielo. Creí que los ángeles podían morar en el infierno. Creí que nuestra condena llegaría en otro tiempo.
Caí de rodillas invocando clemencia. Pero estaba abierta. Tu aroma ya no estaba. Entonces entendí, entendí.
El aire me faltaba, el espíritu se desvanecía y corrí, corrí, buscándote por toda la casa. Gritando tu nombre, esperando escuchar tus palabras. Ya todo era en vano, ya no estabas.
Era el tiempo de condena y esta vez se pagaría con una vida ajena.


~Vane.
Feb/2006

3 Comments:

Blogger Kri§ said...

"Era el tiempo de condena y esta vez se pagaría con una vida ajena."

Otra vez misma historia, diferentes personajes. El amor en estos tiempos para mí es como un ave sin alas.

1:51 PM  
Blogger Atenea said...

Ave sin alas. :(. misma historia?... El amor en tiempos de colera. acaso?

Saludos Chris!

5:40 AM  
Blogger Kri§ said...

Me refiero a que yo viví algo parecido (la historia) solo que vos y yo somos personajes diferentes ;) Y para mí el amor en estos tiempos (mis tiempos, mis días, mis semanas) es como un ave sin alas, que por más que lo tengo y quiera volar lejos, no puede, no tiene cómo. O quizá sí pero no un cielo donde hacerlo.

Saludos Atenea! ^_^

10:49 AM  

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