Monday, December 12, 2005



(Random pic)

Memorias

El año pasado decidí de una vez y por todas ir y gastar una suma considerada de dinero en copias de fotos de familiares que nunca conocí, pero basta el nombre para saber quienes fueron. Fue entonces cuando después de una de esas conversaciones tan hechizantes con mi tía abuela “Teofi”, me percate una vez mas de la falta de tiempo o de vida que se nos ha quedado debiendo a muchos.
Aquellas tardes en el corredor de mi casa serán imposibles de olvidar. Parecíamos hipnotizados por las historias, aprisionábamos cada minuto como el único recuerdo de lo que no conocimos, nos sentábamos a las piernas de mi papá y nos embarcábamos en su mundo.
Mi papá se emocionaba contándonos los trajines, penas y alegrías vividas en su vida, desde una bruja persiguiéndolo asta atestiguar la misma guerra del 48’. Cuando con 20 colones resolvías la vida, o usar zapatos era un privilegio más que una necesidad y cuando tenian que caminar por horas y horas para llegar al pueblo más cercano. Mi papá contaba del caballo que no recuerdo bien el nombre, pero que lo acompaña y de cuando en cuando era testigo de sus más recelosos secretos (el conserva una foto de ese caballo) Todas las historias nos dejaban con la boca abierta, nuestra preferida era la de la bruja que lo atosigaba y que según él su ultimo encuentro fue hace ya mas de 20 años, aunque allí mismo le echo el poco de sal en cruz y nunca mas lo volvió a molestar.
Lo que más me llamaba la atención era el nombre, y la vida peculiar de todos esos familiares queridos de mi papá, esos que nunca conocí pero sentía como si toda la vida hubiera vivido con ellos, “Tío Aureliano”, “Tío Costa” de los que más recuerdo ( todos muertos antes de tiempo por una razón o otra). Era otro mundo, otra manera de vivir, de ver la vida, pureza digna, humildad simple, limpio amor a tierra, a la vida. A veces pienso en que tanto mi papá extraña esa vida que fue como un sueño y que ya nunca volverá.

En fin, hoy en especial recordé a mi abuelo. Santana Samudio Mora. Mi papá cuenta que no sabía mucho de la otra vida de mi abuelo. Papá hace recopilación de lo hechos desde cuando él recuerda y cuanto él recuerda. Según mi papá y de acuerdo con mi tía abuela “Tiofi” mi abuelo era “Chiricano” Panameño, y mi abuela lo conoció cuando con sus hermanos llegaron en buscando de aires para una vida mejor, Concepción era el pueblo donde vivían, no parecía que las horas o los días hicieran la diferencia, pero si era mejor que cualquier otro lugar o almenos era el caso en aquellos días ... No esta muy claro como empezó el romance, lo cierto es que en poco tiempo celebraron a todo lo alto la decisión definitiva de unir sus vidas. Tampoco hay mucha recopilación de las particularidades ya que en ese tiempo y aun así lo siente mi tía abuela, era prohibido hablar de esas cosas tan personales con otros así fueran de la misma familia. Lo que sabemos por que mi Tío Federico, y sus “afirmaciones” así lo cuentan, es que mi abuelo tubo mas hijos en Panamá, cosa que nadie en verdad sabe a ciencia cierta, quizás fue la excusa que mi tío Federico asumió un día para irse de la casa a buscar a esos hermanos que decían existían en otro país. Eso paso a formar parte de otro mito en la familia.
Hay dos fotos de mi abuelo, una de la cédula y otra donde están recién casados, obviamente la foto esta en blanco y negro y media borrosa. Se puede apreciar con plena claridad los ojos profundos, la mirada perdida, él ceño arrugado, las manos grandes, y los pies descalzos.
De acuerdo con mi papá, mi abuelo era un hombre muy alegre, siempre se la pasaba cantando o silbando, mantuvo la vida simple, se acostumbro ligeramente a los zapatos, era muy receloso de su vida personal, nunca le faltaba la navaja de afeitar, era devoto de algún santo, y religiosamente siempre iba a misa nunca dejaba de comulgar, un hombre muy recto, ordenado, conocía mas de la vida de lo que uno se imaginaba y siempre los dejo hacer la vida a ellos como querían. Prueba de ello fue cuando repartió todas sus tierras a sus cuatro hijos en partes iguales, cada cual hizo lo que le dio la gana con la tierra que el trabajo por tantos años, ninguno de ellos la conservo, todos salieron a buscar la vida que ofrecía el otro mundo, del cual poco sabia pero mucho habían escuchado, cabe recalcar que mi tío Miguel aun sigue en busca de esa vida o mundo. No esta claro cuando nació mi abuelo, porque según mi tía “Tiofi” la primera vez que sacaron cédula tuvieron que calcular la edad porque no había record que demostrara lo contrario.
A mi papá le cuesta trabajo contar la muerte de mi abuelo, talvez sea porque murió en sus brazos contándole que la noche anterior había venido un familiar(ya muerto) en un caballo blanco a invitarlo a irse con él. Aunque para mi papá fue un honor dale él ultimo adiós a mi abuelo, no se sabe a ciencia cierta de que murió, y no hay recopilación tampoco en cual cementerio esta, ni tampoco nadie parece recordar el año exacto y menos el día de su muerte. :s
Lo que me lleva a pensar en todo esto no es tanto los recuerdos, si no el olvido en que ha quedado toda aquella vida.
Mi papá aun cuenta las historias, pero no con la misma algarabía que antes, también recuerda a mi abuelo, pero con mas nostalgia que antes y las historias de carros fueron remplazadas por aquellas de caballos.
Como cuesta con lo rápido que va el tiempo sacar un minuto o dos para recordar esas cosas valiosas esos recuerdos memorables, esa otra vida o vidas que tuvimos a través de los años. Muchos le da pena, o vergüenza contar, otros piensa que es polo, o que eso es una maicerada. Yo pienso que es lo que me conecta directamente con ese mundo al que nunca tuve alcance ni siquiera en mis sueños, Solo puedo dibujarlo y recrearlo por los relatos, solo puedo amarlo, porque mi papa lo amó, y porque soy parte auque aun no sé dónde puedo encajar mi pedacito. Me produce una nostalgia impresionante. Y creo que esta vez sacare el tiempo necesario y me sentare en el corredor de mi casa con mi papá ya no talvez en sus piernas pero junto a su silla a darle vida a esas historias una vez más.

4 Comments:

Blogger marok said...

Hey que envidia me das... se ve que eres muy cercana a tus familiares.

Eso es vital para atar una generación con la siguiente y asi compartir experiencias valiosas para los que todavia faltan por venir...

Eso es algo que yo no conozco...

muy tuanis!

5:21 PM  
Blogger CRISK said...

Tita...Espero que llegues aqui y tengas la oportunidad de pasarla muchisimo mejor que el año pasado, cada recuerdo que guardamos es un regalo enorme, no dejo de reconocer que odio lo sentimental o mas bien sensible que me pongo en esta epoca del año, pero amo el amor, y la gente en esta epoca lo da como si nunca antes lo hubiera experimentado, eso me da miedo.....

Hablamos...

1:22 PM  
Blogger Kri§ said...

Muy interesante tema, el olvido es sin duda un abismo que se torna en espiral. Pero la decadencia esta prohibida en nuestras mentes, solo asi la caida pierde altura.

4:46 PM  
Blogger Atenea said...

marok; sabes en que haces pensar? mis nietos recordandome..:S a eso le llamaria imortalidad. o algo.

crisk; si de echo yo ando toda sentimental... :suspiro: hay ciertas cosas que perdieron su significado. Creo que ando media verde estos dias...


Chris; la sensacion de caida se puede volver adictiva. Y el olvido pienso que debe ser el peor final.

5:27 AM  

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